Llevo tiempo gestando este post, mirando y pensando y encontrando quizas el momento, quizás las palabras más adecuadas para lograr transmitir lo que quiero. Espero poder conseguirlo.
Desde que empecé a trabajar como psicóloga, hace ya seis años, y algunos pensaréis que no es demasiado tiempo aún, os aseguro que para mi si, desde luego. Pues desde entonces he atendido a muchas personas, he visto mucho dolor, sufrimiento, desilusión, desengaño, tristeza, ansiedad, problemas de pareja, y tantas y tantas cosas que mejor no recordarlas ni siquiera.
He tratado de aprender siempre de las personas y de sus "historias" para en la medida de lo posible hacer honor al aprendizaje vicario y no tener que darme de bruces con cada situacion para terminar viéndolo yo por mi misma.
He de reconocer que afortunadamente en muchos casos me ha servido pero en otros tantos quizas ha tenido que ser necesario experiementarlo en primera persona para que me diera cuenta.
Nunca he sido una "psicóloga tradicional" a pesar de tener la correcta formación y buenas notas académicas, siempre cuestioné y busqué otras respuestas a las dadas en la universidad sintiendo la necesidad de saber más y ayudar mejor a los demás y a mi misma.
La gran frustración que he experimentado en muchos momentos al ver que desde la psicología tal cual no podía hacer nada más que consolar y estar ahi, que no es poco en realidad, pero no suficiente, al menos para mi, me ha hecho seguir buscando, seguir persiguiendo el fin último de por qué el ser humano sufre, por qué es tan infeliz, qué insatisfacción experimentamos las personas que nos abocan a la desesperación, a las adicciones, al suicidio?...
Mirando a mi alrededor, me encontraba con personas de todas las edades "drogás", llenas de pastillas que ni siquiera saben lo que es, sin información adecuada sobre su tratamiento y sencillamente como zombies vivos dejándose llevar por esta vida insulsa y sin sentido, tomándose su dosis diaria para "no pensar" para no sentarse y llegar al fondo de la cuestión, porque entonces el miedo y el dolor puede ser tan grande que algunos incluso no lo soportan; entonces seguimos con nuestro valium, orfidal, prozac y cualquier otra pastilla de la felicidad para acallar lo que el silencio grita sin cesar.
En mi búsqueda, que ha sido en primera persona, he estudiado y reunido información desde distintos enfoques de la psicología, la filosofía, la medicina e incluso la religión, llegando entre otras cosas a la conclusión a mis 31 años de que no creo en ningun sistema de creencias religiosas que haya sido construida por el hombre.
En este instante hay una frase que me viene a la mente, "Alimento para el Alma" , pero ¿qué es el alma?
Los médicos se encargan de nuestro cuerpo físico, los psicólogos y psiquiatras de nuestra mente y de nuestro espíritu-de nuestro Ser, ¿quién se encarga?
Empecé a mirar más el enfoque holístico considerando a la persona como un todo, y en realidad, desde mi perspectiva sistémica siempre he considerado que todo es un sistema, desde nuestro cuerpo hasta el Universo mismo, todo es un conjunto de elementos que se interrelacionan entre si y es más, son necesarios, importantes e insustituibles para una perfecta armonía.
Ahí encontré el gran vacio, donde ni las pastillas, ni cualquier otro tratamiento médico, ni ninguna tecnica psicológica podía mejorar... ese gran vacio existencial, ese gran dolor y sufrimiento que no tiene razón, ni entendimiento, ni consuelo alguno... y aparece el EGO y con él, el observador, la Verdadera Consciencia y ese punto de inflexión marcó un antes y un después.
En este gran camino que ya llevo recorrido pero que sin duda aún no ha concluido, las Flores de Bach, ese preciado Regalo que Lo Sagrado colocó en nuestros campos para ayudarnos, pues sabía que lo íbamos a necesitar, me han ayudado y me siguen ayudando hoy día a conectar con mi Verdadero Ser Interior.
Si habéis tenido ocasión de leer mis anteriores post sobre Flores de Bach, explico cómo funciona para mi la terapia floral y el por qué de la insatisfacción del Ser humano, segun Edward Bach.
Estas maravillosas esencias coloridas y llenas de energía me colocarón en el camino de aprender a dar y recibir Reiki, esa palabra tan extraña que no es mas que un concepto, un título necesario para nombrarlo pero que es sencillamente la transmisión de energía a través de nuestras manos o de nuestro pensamiento, algo innato y natural en las personas y que por desgracia hemos perdido como otras tantas cosas buenas.
Y aquí estoy, queridos lectores, porque quiero Crecer, quiero Contribuir y quiero Disfrutar en cada momento, instante a instante con lo que soy y con lo que hago.
y aquí estoy para aquel o aquella que quiera despertar, crecer y evolucionar en esta maravillosa vida.
Un abrazo .
Desde que empecé a trabajar como psicóloga, hace ya seis años, y algunos pensaréis que no es demasiado tiempo aún, os aseguro que para mi si, desde luego. Pues desde entonces he atendido a muchas personas, he visto mucho dolor, sufrimiento, desilusión, desengaño, tristeza, ansiedad, problemas de pareja, y tantas y tantas cosas que mejor no recordarlas ni siquiera.
He tratado de aprender siempre de las personas y de sus "historias" para en la medida de lo posible hacer honor al aprendizaje vicario y no tener que darme de bruces con cada situacion para terminar viéndolo yo por mi misma.
He de reconocer que afortunadamente en muchos casos me ha servido pero en otros tantos quizas ha tenido que ser necesario experiementarlo en primera persona para que me diera cuenta.
Nunca he sido una "psicóloga tradicional" a pesar de tener la correcta formación y buenas notas académicas, siempre cuestioné y busqué otras respuestas a las dadas en la universidad sintiendo la necesidad de saber más y ayudar mejor a los demás y a mi misma.
La gran frustración que he experimentado en muchos momentos al ver que desde la psicología tal cual no podía hacer nada más que consolar y estar ahi, que no es poco en realidad, pero no suficiente, al menos para mi, me ha hecho seguir buscando, seguir persiguiendo el fin último de por qué el ser humano sufre, por qué es tan infeliz, qué insatisfacción experimentamos las personas que nos abocan a la desesperación, a las adicciones, al suicidio?...
Mirando a mi alrededor, me encontraba con personas de todas las edades "drogás", llenas de pastillas que ni siquiera saben lo que es, sin información adecuada sobre su tratamiento y sencillamente como zombies vivos dejándose llevar por esta vida insulsa y sin sentido, tomándose su dosis diaria para "no pensar" para no sentarse y llegar al fondo de la cuestión, porque entonces el miedo y el dolor puede ser tan grande que algunos incluso no lo soportan; entonces seguimos con nuestro valium, orfidal, prozac y cualquier otra pastilla de la felicidad para acallar lo que el silencio grita sin cesar.
En mi búsqueda, que ha sido en primera persona, he estudiado y reunido información desde distintos enfoques de la psicología, la filosofía, la medicina e incluso la religión, llegando entre otras cosas a la conclusión a mis 31 años de que no creo en ningun sistema de creencias religiosas que haya sido construida por el hombre.
En este instante hay una frase que me viene a la mente, "Alimento para el Alma" , pero ¿qué es el alma?
Los médicos se encargan de nuestro cuerpo físico, los psicólogos y psiquiatras de nuestra mente y de nuestro espíritu-de nuestro Ser, ¿quién se encarga?
Empecé a mirar más el enfoque holístico considerando a la persona como un todo, y en realidad, desde mi perspectiva sistémica siempre he considerado que todo es un sistema, desde nuestro cuerpo hasta el Universo mismo, todo es un conjunto de elementos que se interrelacionan entre si y es más, son necesarios, importantes e insustituibles para una perfecta armonía.
Ahí encontré el gran vacio, donde ni las pastillas, ni cualquier otro tratamiento médico, ni ninguna tecnica psicológica podía mejorar... ese gran vacio existencial, ese gran dolor y sufrimiento que no tiene razón, ni entendimiento, ni consuelo alguno... y aparece el EGO y con él, el observador, la Verdadera Consciencia y ese punto de inflexión marcó un antes y un después.
En este gran camino que ya llevo recorrido pero que sin duda aún no ha concluido, las Flores de Bach, ese preciado Regalo que Lo Sagrado colocó en nuestros campos para ayudarnos, pues sabía que lo íbamos a necesitar, me han ayudado y me siguen ayudando hoy día a conectar con mi Verdadero Ser Interior.
Si habéis tenido ocasión de leer mis anteriores post sobre Flores de Bach, explico cómo funciona para mi la terapia floral y el por qué de la insatisfacción del Ser humano, segun Edward Bach.
Estas maravillosas esencias coloridas y llenas de energía me colocarón en el camino de aprender a dar y recibir Reiki, esa palabra tan extraña que no es mas que un concepto, un título necesario para nombrarlo pero que es sencillamente la transmisión de energía a través de nuestras manos o de nuestro pensamiento, algo innato y natural en las personas y que por desgracia hemos perdido como otras tantas cosas buenas.
Y aquí estoy, queridos lectores, porque quiero Crecer, quiero Contribuir y quiero Disfrutar en cada momento, instante a instante con lo que soy y con lo que hago.
y aquí estoy para aquel o aquella que quiera despertar, crecer y evolucionar en esta maravillosa vida.
Un abrazo .
No hay comentarios:
Publicar un comentario