viernes, 15 de enero de 2010

Yo, el gran artífice de mi vida

Creo que cada día las personas somos más conscientes de que nosotros mismos somos los responsables prácticamente de todo lo que nos ocurre y a pesar de ello, siempre que hablo de este tema ya sea con algún cliente en mi consulta o en cualquier curso o conferencia que dé, suele pasar que algunas personas reaccionan negando por completo tener la capacidad y por tanto la responsabilidad de elegir lo que pasa en sus vidas.
Quizás algunos hayáis escuchado la ley del 90/10 que básicamente lo que viene a decir es que sólo el 10% de lo que nos ocurre en nuestra vida es ajeno a nosotros mismos y, por lo tanto, escapa de nuestro control, sin embargo, el 90% de lo que nos pasa en cada instante depende de nosotros sólo y exclusivamente.
Soy consciente de que resulta difícil asumir esta visión, sobre todo, cuando nuestra vida tiene situaciones complicadas. Plantearme que yo soy responsable de la enfermedad que tengo o de que mi matrimonio haya fracasado o de que me hayan despedido, son ejemplos habituales que nos hacen atrincherarnos de una manera tan firme que son los demás los que me hacen, es la vida la que me maltrata o es injusta conmigo, todo parece que viene del exterior, que se escapa de mis manos y por lo tanto que está fuera de mi control y de toda posibilidad de cambio.
Para mí esto afortunadamente no es así.
Cada día es un nuevo amanecer lleno de medio millón de oportunidades nuevas, de instantes reales y verdaderos donde tú y sólo tú eres el dueño de tu vida y eliges qué realidad quieres crear ¿cómo? Mediante la acción adecuada en cada momento-ahora.
Sé consciente de cuando te enfadas en una situación concreta, toma nota de cómo tu conducta es previsible en tantas cosas y cámbialas, rompe con tus respuestas habituales, escúchate cuando te quejas de las cosas y toma las riendas teniendo tú el control para cambiar lo exterior.
La vida es una aventura arriesgada y en eso radica la maravilla de estar vivo.
Asume tu responsabilidad y en ella encontrarás el poder que tienes dentro de ti, y no fuera, para crear en cada instante la realidad que tú quieres.

Tú eliges, si vives o, simplemente, sobrevives.

No hay comentarios: