Hoy finalizo un curso de Manejo y Afrontamiento del Estrés impatido en la Asociación de Mujeres Esencia de Hierbabuena de Cordobilla, Puente Genil.
Quisiera aprovechar el trabajo realizado en este taller para compartirlo contigo por si te puede ser de utilidad.
El Estrés se entiende breve y básicamente como el estado de alerta contínua en el que vivimos muchas personas hoy día fruto de una situación que de manera subjetiva para cada uno es desbordante, nos soprepasa y tenemos en esencia la sensación de no poder dar a basto, no aguantar con el ritmo ni con las tareas u obligaciones que tenemos.
Los efectos del estrés son muchos y variados según cada persona aunque señalando los más habituales, tenemos:
- A nivel fisico: nerviosismo, palpitaciones, ... todos los síntomas relaciones con la ansiedad, dolor de cabeza, de cuello, malestar en el estómago, dificultad para hacer las digestiones, para dormir o conciliar el sueño, caida del cabello, etc.
- A nivel emocional: estados de tristeza, desánimo, desesperación, irritabilidad, desgana, enfado y rabia contenidas, etc
- A nivel mental: repetimos contínuamente pensamientos tales como: no puedo, no soy capaz, no aguanto más, esto me supera, no voy a soportor mucho tiempo así, nadie me ayuda, nadie me entiende, no tengo ayuda de nadie, etc.
Es conveniente valorar entre el nivel aceptable de estrés y el perjudicial
Si imaginamos una curva de U invertida vemos que a niveles medios bajos un pequeño estado de estrés es positivo siempre que lo utilicemos para emprender actividades, llevar a cabo tareas, aprender a delegar en los demás y pedir ayuda cuando lo necesitamos y en definitiva este estado puede ser saluble pues no empuja a seguir caminando cada día en diversas actividades.
Sin embargo, cuando estamos por encima de la media y nuestro nivel de estrés es elevado y mantenido en el tiempo, entonces si que estamos viéndonos seriamente perjudicados aunque en la mayoria de las ocasiones no nos permitamos parar a verlo.
En este punto, un gran SOS pondría yo y mi consejo es que si te amas y te quieres a ti mismo/a y a los demás, empieza a cambiar tú por tu propio bien sin esperar a que sean los demás o las circunstancias externas las que cambien, porque recuerda que el estrés es una percepción subjetiva de la realidad en la que uno la vive como amenzante porque ésta le desborda, independientemente de que cuente con más o menos ayuda o tenga más o menos cosas por hacer.
Si cambias tu manera de ver las cosas desde tus pensamientos, comprobarás como las cosas cambian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario