viernes, 29 de enero de 2010

La Verdad

La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros,
sin la ayuda de autoridad alguna;
al igual que la vida,
está siempre presente en un sólo instante.


Krishnamurti

jueves, 21 de enero de 2010

Curso de Reiki Esencial Nivel I en Jaén



El próximo 7 de Febrero impartiré un curso de Reiki Nivel I en Jaén.
El horario del mismo será de 10,30 horas a 19 horas con un descaso para comer a medio día.
El número de asistentes es bastante limitado y está ya casi completo, sólo quedan dos plazas.
Si estás realmente interesado/a en iniciarte en Reiki y comenzar tu camino hacia la sanación, puedes contactar conmigo via mail formacion@luzmarianavas.com o por teléfono 685530602.

El precio del curso es de 60€ y se entregará manual de reiki y diploma del primer nivel.

Luz María Navas
Psicóloga y Maestra de Reiki Esencial


Consulta los proximos cursos actualizados a fecha de hoy

viernes, 15 de enero de 2010

El lenguaje del Cuerpo

Una persona es la suma total de sus experiencias vitales, cada una de las cuales está grabada en su personalidad y en la estructura de su cuerpo. Igual que un leñador puede leer la vida de un árbol en una sección de su tronco, se puede leer la historia de la vida de una persona a través de su cuerpo.
Alexander Lowen, Bioenergética.

Todavía hoy desgraciadamente seguimos sin entender la enfermedad de nuestro cuerpo como un camino hacia nuestro propio crecimiento.
Desde un simple resfriado, pasando por pequeñas infecciones, problemas crónicos y hasta enfermedades temibles tales como el cáncer, seguimos aun manteniendo un enfoque tradicional donde sólo vemos cuerpo físico y síntomas que paliar, con la ingenua idea de que así solucionamos el problema.
Si queremos estar bien de verdad, no podemos olvidar que no somos una mente desconectada de un cuerpo, ni siquiera olvidar que hay algo dentro de nosotros mismos que es nuestro yo superior o nuestra alma o espíritu o como desees llamarlo, da igual, porque es sólo un nombre.
La enfermedad es el eslabón final de un conflicto emocional en nuestro interior, es la última consecuencia que da la cara claramente y puedes elegir entre conocer el lenguaje de tu cuerpo, entender qué te quiere mostrar esa enfermedad, qué hay dentro de ti que te ha llevado a ese punto, o bien, puedes callar el dolor, huir de él con miedo y prontitud y hacer lo que sea para que desaparezca.
En el primer caso puedes ver una oportunidad para conocerte mejor a ti mismo, para crecer y cambiar lo que no funciona bien dentro de ti, desde este planteamiento hasta puedes sentirte agradecido porque gracias a esta enfermedad has sido consciente de cosas en ti que antes no reparabas en ellas.
En el segundo caso, buscas todo lo externo que tengas a tu alcance para eliminar el dolor, el malestar, hasta lo podrido que hay en tu interior, viendo la enfermedad como una desgracia, como una injusticia, sintiéndote víctima de la vida, totalmente pasiva sin saber, porque lo has olvidado, que tú puedes sanarte a ti mismo.

Amores Dormidos: Vidas Paralelas en Pareja

Cuando dos personas se conocen y comienzan una relación, empiezan, al menos, la inmensa mayoría, llenos de ilusión y de proyectos en común. Se comprometen y unen empezando a convivir en un día a día que a veces, no sabes bien ni cómo, ni cuándo ni siquiera por qué, dos personas que estaban unidas y caminaban juntas, comienzan a separar sus caminos haciendo lo que yo llamo vidas paralelas dentro de la aparente buena relación, donde se producen pequeños intercambios o interacciones con relativa frecuencia, sobre todo, para menesteres cotidianos, algún que otro momento íntimo, más que nada para calmar el deseo inmediato de obtener placer físico; y por supuesto, pequeñas apariciones en público porque somos una familia modelo donde reina la felicidad, la armonía y el bienestar.
Vivimos de las apariencias, nos dejamos deslumbrar por lo que creemos que es real, valioso e importante. Comenzamos una vida con nuestra pareja llena de sueños e ilusiones con muchas expectativas y resulta que acabamos invirtiendo en cosas que nos alejan más y más de esa vida en común que un día iniciamos.
Nos hemos rodeado de necesidades que nosotros mismos nos hemos creado, de muchos deberíamos, de tantos y tantos “tengo que hacer”, de quiero una cosa y después otra que los hijos se convierten en una carga, la pareja en un impedimento para nuestra autorrealización personal y laboral, los mayores en un sufrimiento … y tantas cosas que así caminamos la inmensa mayoría de las personas y de las parejas dormidos.
Hemos dejado de viajar en el mismo barco, de remar en la misma dirección, ha llegado un punto en el que cada uno libremente con cierta apariencia de unión hace su vida de manera paralela y ya no hay complicidad, ni miradas de amor, ni sintonía entre dos seres que danzaban juntos por la vida… ahora somos, simplemente, dos compañeros de piso.

Yo, el gran artífice de mi vida

Creo que cada día las personas somos más conscientes de que nosotros mismos somos los responsables prácticamente de todo lo que nos ocurre y a pesar de ello, siempre que hablo de este tema ya sea con algún cliente en mi consulta o en cualquier curso o conferencia que dé, suele pasar que algunas personas reaccionan negando por completo tener la capacidad y por tanto la responsabilidad de elegir lo que pasa en sus vidas.
Quizás algunos hayáis escuchado la ley del 90/10 que básicamente lo que viene a decir es que sólo el 10% de lo que nos ocurre en nuestra vida es ajeno a nosotros mismos y, por lo tanto, escapa de nuestro control, sin embargo, el 90% de lo que nos pasa en cada instante depende de nosotros sólo y exclusivamente.
Soy consciente de que resulta difícil asumir esta visión, sobre todo, cuando nuestra vida tiene situaciones complicadas. Plantearme que yo soy responsable de la enfermedad que tengo o de que mi matrimonio haya fracasado o de que me hayan despedido, son ejemplos habituales que nos hacen atrincherarnos de una manera tan firme que son los demás los que me hacen, es la vida la que me maltrata o es injusta conmigo, todo parece que viene del exterior, que se escapa de mis manos y por lo tanto que está fuera de mi control y de toda posibilidad de cambio.
Para mí esto afortunadamente no es así.
Cada día es un nuevo amanecer lleno de medio millón de oportunidades nuevas, de instantes reales y verdaderos donde tú y sólo tú eres el dueño de tu vida y eliges qué realidad quieres crear ¿cómo? Mediante la acción adecuada en cada momento-ahora.
Sé consciente de cuando te enfadas en una situación concreta, toma nota de cómo tu conducta es previsible en tantas cosas y cámbialas, rompe con tus respuestas habituales, escúchate cuando te quejas de las cosas y toma las riendas teniendo tú el control para cambiar lo exterior.
La vida es una aventura arriesgada y en eso radica la maravilla de estar vivo.
Asume tu responsabilidad y en ella encontrarás el poder que tienes dentro de ti, y no fuera, para crear en cada instante la realidad que tú quieres.

Tú eliges, si vives o, simplemente, sobrevives.