viernes, 6 de enero de 2012

Si crees que no tienes lo que quieres, Ama lo que sí tienes

Es curioso como desde pequeños ya empezamos a empeñarnos en "sufrir" deliberadamente.

Este medio día estaba en el parque con mis hijos, 
el lugar estaba ya casi solo,  la hora de comer se acercaba y pocos niños quedaban ya,
se puede decir que tenían a su disposicíón mucho donde elegir,  un montón de cosas en las que montarse,  hasta se habían llevado su pelota par jugar al futbol  sin embargo,  se colocaron al lado de unos columpios a esperar su turno porque era allí donde deseaban subirse.
Querer montarse en esos columpios no tenía nada de malo,  pero lo cierto es que era un poco absurdo perder el maravilloso tiempo de pie esperando cuando habían otros dos columpios vacios ( de hecho diferentes, mas nuevos y mejores ) y otras tantas cosas divertidas en las que poder jugar.
Los niños que estaban montados eran considerablemente mayores que ellos y en seguida,  se percataron del gran empeño de ambos en "montarse en esos columpios",  hecho que dio lugar a que precisamente se empeñaran con más ahinco en mantenerse ahí.

Bueno,  pues mis queridos hijos se enfadaron,  dejaron de ver la gran variedad que tenían  a su disposición para llorar por lo que no tenían.

Así somo los mortales ya desde pequeños,  

Nos pasamos la vida anhelando lo que no tenemos,  atascados en ello y por desgracia,  no vemos lo que si está ahí delante de nosotros,  como regalos de la vida que despreciamos sin darnos cuenta.

Afortunadamente,  los niños suelen vivir las emociones de manera más intensa pero no se atascan tanto en el tiempo como los adultos,  el enfado les duró unos minutos y pronto se abrieron a otras opciones tan buenas como la que ellos buscaban.

Mi pequeño consejo,  para quien sea útil,  es sencillamente éste:

Si crees que no tienes lo que deseas o quieres,  ama aquello que si tienes ahora.

Dar gracias por la cantidad de cosas que están a nuestra disposición,  te abre a la vida, a sus regalos, a ser capaz de disfrutar y además, de paso,  te trae en muchas ocasiones aquello que tanto querias en ese momento que parecía no fluir y que luego viene sólo y sin tanto empeño.

1 comentario:

Enri dijo...

Yo sólo me conformo con el Todo. ¿Tengo remedio?
e.