" Ni tanto ni tampoco, un intermedio"
Creo que esta expresión popular expresa una gran verdad que se puede aplicar diría que a cualquier aspecto aunque hoy me gustaría centrarme en uno en concreto: la contínua
preocupación versus la excesiva confianza.
Hay personas que viven
continuamente preocupadas por todo: porque les pueda pasar algo, porque
pierdan el trabajo, porque su pareja les abandone, por tener alguna enfermedad ... un contínuo isi que martillea incesantemente en sus cabezas y les impide vivir con alegría y tranquilidad.
Quizás sea tu caso, te sientes en este extremo del contínuo y vives siempre con angustia y preocupación temiendo una desgracia, una pérdida, una traición, una enfermedad ... y eso te impide ser feliz y disfrutar más del presente y de la vida en
general.
Puede que tu situación sea justamente la contraria. Hay personas
que viven excesivamente confiadas y digo excesivamente porque piensan que tienen
todo el tiempo del mundo, piensan que son inmunes a cualquier mal, casi
mortales se sienten algunos. Otros piensan que lo tienen todo seguro, fijo,
inamovible como si las cosas fueran perennes de por vida. Los hay más complejos aún, y lo digo con cariño y respeto pero permíteme la ironía porque se
pasan en un extremo desmesurado de autoconfianza pecando por un lado de
ingenuidad pues a veces no son conscientes de lo ilusos que llegan a ser, y
otro de arrogancia pues valoran exageradamente sus propia cualidades y la realidad en
la que viven.
Ejemplo de este caso son las personas que se acomodan al trabajo,
algo que hoy día tal y como estan las cosas no te puedes
permitir o al menos no mucho; también sucede con frecuencia en la vida de
pareja con expresiones como "yo ya tengo el pescado vendido" damos por
hecho que como una día esa persona se enamoró, se casó y dijo que nos quería pues eso será así para siempre, olvidando pues que el amor hay que cuidarlo cada día.
Infinidad de personas viven pensando que tienen todo el tiempo del mundo y es que "ni
juan, ni juanillo". Ni andar con prisas, ansiedad e impaciencia todo el
tiempo ni dejar para mañana o para un momento ideal el hacer las cosas porque ese momento
puede que no llegue nunca así que aprovecha bien el tiempo presente y sean las que sean tus circunstancias ACTÚA.
Bueno pues como dice el refrán y es que hoy estoy muy popular "la virtud está en el término medio" y para quien haya visto o leído ¿Quien se ha
llevado mi queso? quizá recordará al ratón con las zapatillas sobre los
hombros o al lado siendo consciente de que todo cambia contínuamente y hay que saber disfrutar pero no relajarse mucho. Además de estar preparado por si el queso se acaba y hay que salir a buscar de nuevo.
La preocupación en un extremo al alza impide que disfrutemos de lo que tenemos y nos produce un sufrimiento elevado por una ilusión mental que no existe pues forma parte del futuro y del mundo de las posibilidades. Evidentemente esta tendencia, muy habitual en el ser humano, no sólo no es sana ni aconsejable, si no que es perjudicial para la propia salud mental, fisica y emocional de la persona así como para los que le rodean.
Ahora bien, la preocupación a la baja o peor aún inexistente también es nociva para el ser humano, puesto que le hace no cuidar lo que tiene, ni ocuparse para mantenerlo llegando sin darse cuenta a perderlo en muchas ocasiones y pasándosele la vida sin haberla vivido, pues pecaba de pensar que tenía todo el tiempo del mundo o que todo estaba bien.
Así como una pequeña dosis de estrés es sana para que nos pongamos las pilas y nos ocupemos, así como una pequeña ración de miedo también es necesaria para que seamos prudentes, nos cuidemos y pensemos las cosas antes de actuar a la ligera; la preocupación en pequeñas porciones también es imprescindible para que nos ocupemos adecuadamente de valorar y cuidar lo que tenemos. Sobre todo lo que no queremos perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario