lunes, 26 de agosto de 2013

¿Qué vas a hacer?





  -  ¿Qué vas a hacer con … tu vida?
-             -      No lo sé.
-             -     Pues deberías saberlo.
-             -    ¿Es eso verdad?  No,  a la vista está que no lo es.




¿Cómo te sientes cuando los demás te dicen que deberías saber qué quieres o qué vas a hacer con algún aspecto de tu vida?
No sé tú,  pero yo me siento mal,  muy mal,  cuando mis seres queridos especialmente me interrogan cada dos por tres acerca de lo que estoy haciendo o voy a hacer con algún aspecto de mi vida,  como por ejemplo, mi estado sentimental,  mi situación sin coche o vivir de alquiler.
Después de todo les estoy muy agradecida,  pues sus preguntas  contienen una  gran sabiduría.
En esa situación inquisidora,  por parte externa y de cosecha propia, empiezas a decirte mentalmente:  “ ostras, ¿qué voy a hacer?,  yo debería saberlo,  ¿por qué no lo sé?,  así no puedo estar,  tengo que hacer algo,  lo que sea pero hacer algo, tengo que pensar en qué, tengo que tomar una decisión”…
En este estado difícilmente puedes ver con claridad.  Lo sé por experiencia propia.
De manera que cuando piensas que deberías saber lo que quieres y tener tu vida bajo control,  tu situación ya establecida en cierta forma y no es así,  te sientes fatal con una gran dosis de confusión,  ansiedad y preocupación.
¿Te has parado a pensar cómo te sentirías si no tuvieras el pensamiento  “¿qué vas a hacer con … lo que sea?”,   si no tuvieras el pensamiento  “deberías saberlo ya y hacer algo al respecto”.
¿Te has parado a pensar cómo te sentirías si esa vocecita interna y externa de la mano de otros NO  llevara razón?
Para mi esa voz es como el locutor de radio,  como el comentarista de los partidos de futbol que no se calla,  personalmente me abruma y pone histérica en un plis plas.
( pido disculpas y mi más sincero respeto hacia ellos, pero para mi es así )
Todos esos pensamientos son como un disco rayado que se repite sin cesar y que sólo dan la lata. Pues repito,  en ese estado de caos y confusión no vas a dar con una respuesta y solución realmente adecuada.
¿Yo debería saber ya lo que voy a hacer?  ¿Es eso cierto?
La realidad es que no y la prueba está en que no lo sé.
¿Te has parado a pensar que todas estas cuestiones que parecen tan lógicas,  necesarias y hasta razonables,  están centradas en el futuro?  Momento no creado aún sobre el que no tienes control,  por mucho que así lo creas.
Ay de aquellos que creen saberlo todo y tener su vida controlada …
Eso es sólo una ilusión de sus mentes.
Lo más irónico de todo,  aunque esto es otro cantar,  es que el que dice saber lo que quiere y tener su vida organizada,  es precisamente el que menos la tiene aunque no lo reconoce pues no soporta la incertidumbre,  por eso mismo con tanta rotundidad y hasta autoridad en ocasiones se lo dice al otro.
¿Te has dado cuenta de que cualquier cosa puede suceder en cualquier momento?
Hay cosas más probables que otras sin duda,  pero todo puede suceder en cualquier momento.
¿Esto te genera ansiedad verdad?  Te vapulea y eso no te gusta.   A mi tampoco.
¿Puedes llegar a reconocer,  aunque sea a solas contigo mismo/a que tu mente es muy limitada y que a penas vislumbra la sabiduría y la grandeza que la vida contiene?
Yo me atrevo a rendirme ante la vida,  a pesar del miedo y de la duda que en muchos momentos me embargan.
Yo me entrego a fluir con la vida, ocupándome cada día, dando lo mejor de mí en cada momento.
De esta manera, hoy sé lo que tengo que saber y nada más,  tengo lo que necesito y mañana así, muy probablemente,  será.
Añado unas palabras más a este artículo tras ver un documental sobre Extranjeros en la Cárcel.  Un ex presidiario ha prestado testimonio.  Dedicó su tiempo mientras estaba preso a aprender un idioma, leer y meditar cuanto puedo y más.   Después de salir dijo:  “Cometí un error y pagué por ello,  creo haber aprendido la lección.  Ni todo el oro del mundo me serviría si no tengo la libertad que allí dentro carecía”.
La libertad la perdemos aunque estemos en la calle cuando nos aferramos a nuestras creencias,  cuando creemos que sabemos mucho y que lo controlamos todo,  cuando creemos saber lo que es mejor para nosotros y para los demás y,  lo que es peor,  cuando buscamos seguridad y un suelo firme que pisar.  La seguridad es sólo una ilusión de nuestra mente,  no es real,  por mucho que pienses,  planifiques,  atesores tu futuro,  tengas personas a tu lado y bienes a tu nombre.  Todo eso puede desaparecer en cuestión de segundos. 
¿Eres capaz de afrontar ese hecho?  
Cuando yo me pongo muy segura diciendo lo que sé y afirmándolo.  Me voy a un espejo,  me miro a la cara y en voz bien alta me digo “ no sabes nada,  no tienes ni pajolera idea  Lucesita”
Se me bajan los humos muy deprisa,  me rio,  elijo relajarme y me pongo en manos de la vida.

Libre y feliz es aquel que sólo sabe que no hay nada que saber más que lo que conoce hoy y que ya tiene todo lo que necesita aquí y ahora. 
El futuro se va dibujando paso a paso ocupándose con buen ánimo del presente.


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