Comenzamos el año con buenos propósitos pero a lo largo del
mes de Enero con su larga cuesta en todos los sentidos, éstos van quedándose para muchos en meras
ilusiones inalcanzables.
Es normal que la energía y el ímpetu de los primeros
días, dé lugar después al bajoncillo o
al bajonazo en toda regla. Es aquí
cuando llegan las dudas que asoman con muchas caras y mensajes desoladores, también llegan la falta de fe y de confianza rozando el conformismo y volviendo a lo viejo,
a la costumbre, a lo conocido y a nuestra zona de confort o de comodidad.
Este hecho es natural y forma parte del proceso, aunque
muchos se quedan por el camino y vuelven a lo de siempre. Pero aquellos que se mantienen enfocados en
sus propósitos son los que logran superar este bache y salen de él más
reforzados.
Cuando la duda, el miedo, la pereza y el hábito de la
costumbre te acechen, repite una y mil
veces si hace falta:
Sí Puedo, Si Puedo, Sí Puedo.
Añade si quieres
Yo Puedo, Yo Soy
Capaz y Yo lo Hago.
- Mírate al espejo y repítelo en voz alta cuantas veces hagan falta.
- Adopta una postura con tu cuerpo que refleje el éxito ( algo así como una mano levantada hacia el cielo por ejemplo) y mantenla un par de minutos.
- Escríbelo en un papel como cuando copiabas la lección en el colegio.
- Cántalo en voz alta metiéndole ritmo a tu afirmación y dilo tan alto y claro que llegue a tus oídos.
- Visualiza el final de la película ( aquello que quieres conseguir, lo que deseas que suceda, el estado en el que te quieres ver o sentir …. sólo ocúpate de visualizarlo y deja que la vida te vaya mostrando el cómo día a día )
Sí puedes mejorar,
cambiar, conseguir tus
objetivos, especialmente aquellos que
van en consonancia con el deseo de tu corazón.
Aquellos que son verdaderos deseos.
Sí puedes hacerlo.
Yo
creo en ti y muchas personas también.
Son muchos los que consiguen lo que se proponen y hacen los
sueños de su alma realidad.
Tú puedes
formar parte de este grupo si te enfocas,
perseveras y te mantienes constante.
Poco a poco irás viendo los resultados, aunque al principio
parezca que nada está sucediendo, sí que
está pasando. Estás cambiando desde
dentro hacia afuera y este proceso requiere su tiempo para manifestarse.
Recuerda:
Sí puedes y yo te animo a que sigas adelante.
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