domingo, 11 de mayo de 2014

¿Y ahora qué ?




¿Qué soy ?  el espejo donde te miras.
¿Quién soy ?  un reflejo tuyo.

Algunas personas,  sé que con argumentos muy razonables y comerciales opinan que antes de haber  notificado el cese de mi actividad como psicóloga clínica y psicoterapeuta,  debería haber forjado una nueva imagen,  pues la interpretación puede ser muy variada y quizás distorsionada de su origen.
Reconozco su conveniencia desde el punto de vista digamos de marketing pero para mi está siendo un proceso en tiempo real donde el desconcierto navega de la mano con la fascinación.
Vivimos muy apegados a identificarnos con nuestro cuerpo,  con nuestros pensamientos y creencias,  con nuestros roles o funciones que desempeñamos en diferentes ámbitos de nuestra vida y el hecho de cambiar de papel supone un descoloque impresionante para nuestra mente,  se trata de desprenderse de algo y resulta curioso experimentar en primera persona la urgencia por encontrar otra etiqueta en la que me sienta de nuevo enmarcada y por lo tanto,  segura.   Cuando nos ponemos un nombre,  establecemos una estructura organizada de pensamiento, emociones y pautas de comportamiento,  de manera que ya nos sentimos como en zona segura,  de ahí siempre la necesidad urgente de enmarcarnos  e identificarnos con algo.   Es como si no existieramos si no tenemos un nombre.
En estos días muchas personas, cada una con su propia interpretación de los hechos,  comparten sus impresiones conmigo.  Las preguntas  suelen ser:  ¿y ahora qué vas a hacer?,  ¿y ahora qué eres?.  Camino hacia un nuevo enfoque para mi,  camino que al menos conscientemente no está creado si no que como decía Machado   se hace camino al andar. 
Andando voy deshaciéndome poco a poco de estructuras muy arraigadas en mi forma de ver el mundo,  de trabajar,  de organizar las sesiones en la consulta  … a pesar de haber sido una persona siempre muy libre y anormativa,  pero aún así,  me doy cuenta de ese yuyu tonto que da el hecho de creer y, digo creer,  que dejas de ser algo.
He experimentado la urgencia ante las continuas preguntas de buscar una nueva palabra que me defina,  diría que el término facilitadora me resulta afín,  pero me he detenido momentáneamente en esa búsqueda porque no hay prisa,  en realidad nunca la hay,  al menos en mi mundo no.
Una respuesta a esas preguntas tengo clara hoy.

Yo lo soy todo y nada a la vez,
Yo existo en este instante y al mismo tiempo no,
Yo nazco cuando tú me nombras y muero cuando me olvidas,
Yo cobro vida cuando tú me miras y desaparezco cuando dejas de hacerlo,
Porque en tu mundo yo sólo soy tu propio reflejo, uno de tantos.
Yo soy lo que tú eres,  lo que niegas y lo que afirmas,  lo que temes y deseas.
Porque en mi mundo yo elijo ser el espejo donde puedes mirarte si tú quieres.

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