Es un método simple y natural de sanar a través de la utilización de flores naturales del campo. Estos remedios fueron descubiertos por el Dr. Edward Bach y tratan tanto los conflictos emocionales como los problemas físicos de las personas.
Tras muchos años de práctica en medicina convencional y en homeopatía, Edward Bach llegó a tomar conciencia de que lo que caracteriza los problemas físicos de las distintas personas no es tanto los muchos tipos de enfermedad existentes, sino las condiciones psicológicas que la generan.
¿Cómo actúan las flores?
Los remedios de Bach no utilizan la materia física de la planta sino la energía esencial que se encuentra contenida en la flor. Esta energía sanadora se extrae mediante un proceso particular y se almacena en un líquido a modo de conservante.
La delicada sustancia resultante se utiliza para tratar la causa de la enfermedad a un nivel sutil. Así pues, mientras la mayoría de los enfoques tradicionales tratan los males del cuerpo atendiendo a los síntomas físicos, los remedios de Bach tratan aquello que no puede verse, es decir, la cara psicológica subyacente bajo la apariencia de enfermedad.
El fin último de la terapia floral consiste en restablecer el equilibrio interior en la persona, eliminando cualquier conflicto emocional que pueda haber y tratando así las consecuencias físicas que se han originado.
¿Para qué se utilizan las flores de Bach?
Los remedios florales de Bach se utilizan para tratar problemas psicológicos:
ansiedad, estrés, depresión, ideas de suicidio, hiperactividad, desánimo, falta de ilusión o expectativas, agresividad, celos, obsesiones, manías, insomnio, pesadillas, fobias específicas, adicciones – para poder superarlas- dudas, falta de esperanza, desgana física y emocional, trastornos mentales graves como esquizofrenia, ciclotimia, trastorno bipolar…
Problemas físicos: dolores, asma, alergias, desarreglos del ciclo menstrual, anemia, menopausia, cáncer y su recuperación del tratamiento médico, colon irritable, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, problemas óseos y articulares, demencias – para enlentecer el deterioro cognitivo- , fibromialgia, enfermedades auto inmunes …
Todas las enfermedades tanto físicas como mentales pueden ser tratadas complementariamente con terapia floral, ya sea tratando los patrones emocionales que desencadenan la enfermedad, como apoyando emocionalmente en el proceso a la persona.
También pueden ser útiles para hacer frente a cualquier cambio o situación difícil como superar una muerte, enfrentarse a una separación, comenzar un nuevo trabajo, presentarse a un examen, para los niños adaptarse a un nuevo colegio o periodo escolar y tantas y tantas situaciones en las que nos encontramos en un momento de nuestras vidas y las flores de Bach están muy cerca para ayudarnos.
¿Quién puede tomarlas?
Todas las personas pueden tomar Flores de Bach al ser totalmente inocuas e inofensivas, desde un bebé recién nacido hasta un anciano.
Los remedios de Bach son complementarios con cualquier tratamiento o medicación y no interfieren ni provocan efectos secundarios ni interacciones con otros compuestos.
¿Cuándo debo tomarlas?
Los remedios florales no sólo están para intervenir cuando ya tenemos un problema físico o emocional si no que también sirven para prevenir y tratar antes de que se origine una enfermedad, aquellas características de nuestra personalidad que nos provocan conflictos restableciendo así el equilibrio interior en nosotros mismos.
¿Cómo se toman las flores?
Sólo unas gotas diarias del frasco diluido en agua con esencias florales y comenzarás a notar los resultados en poco tiempo.
Tras muchos años de práctica en medicina convencional y en homeopatía, Edward Bach llegó a tomar conciencia de que lo que caracteriza los problemas físicos de las distintas personas no es tanto los muchos tipos de enfermedad existentes, sino las condiciones psicológicas que la generan.
¿Cómo actúan las flores?
Los remedios de Bach no utilizan la materia física de la planta sino la energía esencial que se encuentra contenida en la flor. Esta energía sanadora se extrae mediante un proceso particular y se almacena en un líquido a modo de conservante.
La delicada sustancia resultante se utiliza para tratar la causa de la enfermedad a un nivel sutil. Así pues, mientras la mayoría de los enfoques tradicionales tratan los males del cuerpo atendiendo a los síntomas físicos, los remedios de Bach tratan aquello que no puede verse, es decir, la cara psicológica subyacente bajo la apariencia de enfermedad.
El fin último de la terapia floral consiste en restablecer el equilibrio interior en la persona, eliminando cualquier conflicto emocional que pueda haber y tratando así las consecuencias físicas que se han originado.
¿Para qué se utilizan las flores de Bach?
Los remedios florales de Bach se utilizan para tratar problemas psicológicos:
ansiedad, estrés, depresión, ideas de suicidio, hiperactividad, desánimo, falta de ilusión o expectativas, agresividad, celos, obsesiones, manías, insomnio, pesadillas, fobias específicas, adicciones – para poder superarlas- dudas, falta de esperanza, desgana física y emocional, trastornos mentales graves como esquizofrenia, ciclotimia, trastorno bipolar…
Problemas físicos: dolores, asma, alergias, desarreglos del ciclo menstrual, anemia, menopausia, cáncer y su recuperación del tratamiento médico, colon irritable, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, problemas óseos y articulares, demencias – para enlentecer el deterioro cognitivo- , fibromialgia, enfermedades auto inmunes …
Todas las enfermedades tanto físicas como mentales pueden ser tratadas complementariamente con terapia floral, ya sea tratando los patrones emocionales que desencadenan la enfermedad, como apoyando emocionalmente en el proceso a la persona.
También pueden ser útiles para hacer frente a cualquier cambio o situación difícil como superar una muerte, enfrentarse a una separación, comenzar un nuevo trabajo, presentarse a un examen, para los niños adaptarse a un nuevo colegio o periodo escolar y tantas y tantas situaciones en las que nos encontramos en un momento de nuestras vidas y las flores de Bach están muy cerca para ayudarnos.
¿Quién puede tomarlas?
Todas las personas pueden tomar Flores de Bach al ser totalmente inocuas e inofensivas, desde un bebé recién nacido hasta un anciano.
Los remedios de Bach son complementarios con cualquier tratamiento o medicación y no interfieren ni provocan efectos secundarios ni interacciones con otros compuestos.
¿Cuándo debo tomarlas?
Los remedios florales no sólo están para intervenir cuando ya tenemos un problema físico o emocional si no que también sirven para prevenir y tratar antes de que se origine una enfermedad, aquellas características de nuestra personalidad que nos provocan conflictos restableciendo así el equilibrio interior en nosotros mismos.
¿Cómo se toman las flores?
Sólo unas gotas diarias del frasco diluido en agua con esencias florales y comenzarás a notar los resultados en poco tiempo.
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