lunes, 16 de abril de 2012

Yo soy el gran artífice de mi vida

Creo que cada día las personas somos más conscientes de que nosotros mismos somos los responsables prácticamente de todo lo que nos ocurre y a pesar de ello, siempre que hablo de este tema ya sea con algún cliente en mi consulta o en cualquier curso o charla que dé, suele pasar que algunas personas reaccionan negando por completo tener la capacidad y,  por tanto,  la responsabilidad de elegir lo que pasa en sus vidas.
Quizás algunos hayáis escuchado la ley del 90/10 que básicamente lo que viene a decir es que sólo el 10% de lo que nos ocurre en nuestra vida es ajeno a nosotros mismos y, por lo tanto, escapa de nuestro control, sin embargo, el 90% de lo que nos pasa en cada instante depende de nosotros sólo y exclusivamente.
Soy consciente de que resulta difícil asumir esta visión, sobre todo, cuando nuestra vida tiene situaciones complicadas. Plantearme que yo soy responsable de la enfermedad que tengo o de que mi matrimonio se haya roto o de que me hayan despedido, son ejemplos habituales que nos hacen atrincherarnos de una manera tan firme que son los demás los que me hacen, es la vida la que me maltrata o es injusta conmigo, todo parece que viene del exterior, que se escapa de mis manos y por lo tanto que está fuera de mi control y de toda posibilidad de cambio.


Para mí esto afortunadamente no es así.  Y no pretendo hablar de la culpa.  emoción que inutiliza, debilita y no promueve cambios positivos.  Hablo de la responsabilidad.


Cada día es un nuevo amanecer lleno de medio millón de oportunidades nuevas, de instantes reales y verdaderos donde tú y sólo tú eres el dueño de tu vida y eliges qué realidad quieres crear ¿cómo? 


Con dos pequeños pasos:

Por un lado mediante la acción adecuada en cada momento-ahora.   
Tu eliges si actúas o reaccionas.

Sé consciente de cuando te enfadas en una situación concreta, toma nota de cómo tu conducta es previsible en tantas cosas y cámbialas, rompe con tus respuestas habituales, escúchate cuando te quejas de las cosas y toma las riendas teniendo tú el control para cambiar lo exterior.

Plantéate otras posibles respuestas a la misma situación,  decídete a hacer cosas diferentes,  deja de tener el chic automático puesto todo el día y empieza a ser el protagonista de tu vida.


Pero aún hay mas ...


El segundo paso es   Crear tu realidad consciente y deliberadamente.


Vivimos creando nuestra realidad a través de nuestros pensamientos,  de las emociones que se generan,  de lo que hacemos y,  sobre todo,  de nuestras reacciones automáticas y aprendidas.  Creamos sin darnos cuenta la misma realidad día tras día, precisamente esa realidad de la que tanto nos quejamos.

Bueno,  pues para mi esto es simple,  si no te gusta,  no te quejes,  lo hecho ya no se puede cambiar,  pero lo que aún no se ha creado en el plano físico si.  De manera que puedes invertir la energia de la queja en crear aquello que deseas y conseguir tener una vida mucho mas plena. 


La vida que te mereces,  ni más ni menos.

Asume tu responsabilidad y en ella encontrarás el poder que tienes dentro de ti, y no fuera, para crear en cada instante la realidad que tú quieres.


Es tu derecho,
es tu elección 
y hasta diría que
 es tu obligación como ser creador que eres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si algo he aprendido en este tiempo es que yo soy responsable de sentirme bien conmigo misma o de sentirme mal.Cuando me siento bien todo esta bajo control pero cuando me siento mal dejo de confiar en mi ,el mundo esta en contra de mi,la gente quiere hacerme daño,..y en estos momentos es dificil pensar que tu eres responsable de lo que te pasa.En mi caso creo que a veces no se reaccionar ante situaciones normales debido a que me falta confiar en mi y me cabreo con el mundo.un beso Luz.
Mª jose