martes, 19 de febrero de 2013

Ilumina tu Vida

Ilumina tu vida.   ¿Qué te dice esta frase?  ¿piensas en rodearte de cosas y personas que te hagan feliz o quizás has pensado en invertir en ti interiormente?.
Estamos habituados a proyectar la felicidad en el plano externo. Si tenemos determinados elementos  (cánones que marca la sociedad ) debemos ser felices;  sino los poseemos entonces, nos falta algo.
Sin embargo, es curioso cómo el ser humano tiene en muchos momentos lo que se supone necesita para estar bien y feliz ( vivienda,  familia,  trabajo, relaciones sociales, ...)  pero se siente insatisfecho.  Experimenta malestar y cierto vacío interior.
En estas circunstancias es habitual culpar a los demás de nuestro estado.  Proyectamos en la pareja, los hijos, los padres,  la sociedad,  el trabajo,  etc  la culpa de no poder ser felices.
Nos cuesta asumir que nosotros mismos somos responsables, que no culpables,  de nuestro propio bienestar o malestar.  Aquello que negamos en nosotros mismos,  el otro nos lo refleja y muestra claramente.
Yo diría que la cuestión es el enfoque,  hay que cambiar la dirección.
Iluminar tu vida,  para mí,  no es rodearte de personas y cosas buenas;  si no brillar desde dentro hacia fuera y, por ende,   te rodeas  de lo que es mejor para ti.
Decía San Francisco de Asís "donde hayan tinieblas que lleve yo la luz".
Permite que tu luz interior que vive en ti  ( llámalo corazón, alma, ser interior, ser superior,  parte divina,  Dios ... )  como quieras pero permite que  brille.
Cuanto más lo hagas más iluminará  tu ser y poco a poco  todo lo que te rodea.
Imagina como si tuvieras una bombilla que está en tu interior o una esfera de energía brillante.  Visualiza cómo esta luz va siendo cada vez más y más grande,   va envolviendo tu cuerpo entero y empieza a iluminar tu alrededor.
Sé consciente de la luz que emanas  desde  tu interior hacia el exterior.
Para mi este es el camino:  desde dentro hacia fuera.
San Francisco de Asís lo expresa sin duda mucho mejor que yo en su oración.

 
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
D
onde haya odio, que lleve yo el Amor.

D
onde haya ofensa, que lleve yo el   Perdón.
D
onde haya discordia, que lleve yo la Unión.
D
onde haya duda, que lleve yo la Fe.
D
onde haya error, que lleve yo la Verdad.
D
onde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.

D
onde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, sino amar.
Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

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