domingo, 29 de diciembre de 2013

¿Cuál es tu propósito para el 2014?



Me gusta dedicarle especial atención a los cambios de ciclo.  Siempre son una oportunidad maravillosa para repasar,  comprender,  dejar atrás,  renovar  y volver a empezar  en cierta forma.
Si observamos la naturaleza,  las cuatro estaciones del año,  vemos cómo el ciclo es perfecto  pues llega el frio del  otoño  que empieza a secar las hojas de los árboles,  luego en el invierno se caen por completo,  quedándose desnudos literalmente.  Este hecho es necesario para poder florecer de nuevo en primavera con flores y hojas nuevas  y  llegar luego al esplendor en  verano.  
Los cambios de año son ideales y diría que profundamente necesarios para que las personas también hagamos esta renovación.   Quedarnos desnudos metafóricamente hablando no nos resulta fácil pero es sólo un paso previo  al nuevo crecimiento.
Este año me gustaría dedicar este artículo a una llamada que considero valiosa y necesaria en estos tiempos que corren. 
Quizás te estés planteando nuevos propósitos para el año nuevo como dejar de fumar,  adelgazar,  aprender inglés,  terminar un curso,  encontrar trabajo,  tener pareja,  poder irte de casa, etc . 
Todo esto está genial y te animo encarecidamente a que te esfuerces por tus sueños,  pero me gustaría invitarte a una reflexión que considero mucho más profunda. 
Hay cuestiones internas que cuando uno las aborda y trabaja a conciencia se manifiestan externamente en todas las áreas de nuestra vida.  Este hecho pasa desapercibido para muchos que  se preocupan de cuestiones “importantes” para sobrevivir  y lo entiendo perfectamente porque las cosas  están mal.   Motivo mayor por el que pienso que más falta hace mirar hacia adentro y valorar detenidamente qué sueños quieres hacer realidad.
Yo suelo preguntarme a menudo
¿Cómo puedo hacer mejor lo que hago?

¿Cómo puedo ser mejor persona?

¿Cómo puedo ser más feliz?

¿Cómo puedo amar más?

Te invito a mirarte al espejo y ver tu propio reflejo;   observa tu imagen, mira tu vida, tus relaciones con los demás,  tu hogar,  tus circunstancias económicas y laborales,  tu propia salud …  observa con tranquilidad y comprensivamente.  
  
Permíteme preguntarte algo:
¿Lo que ves es el reflejo de lo mejor de ti? 

¿Lo que ves es lo mejor que puedes ser y dar al mundo?

Muchas personas consideran que no pueden permitirse el lujo de pensar en estas cuestiones tan aparentemente abstractas porque andan liadas con otros asuntos más urgentes.
Repito,  pasan por alto que lo que ven fuera en su vida es un reflejo de su mundo interior y que ahí precisamente es donde está la semilla de los frutos que vemos fuera en nuestra realidad. 
Cambiar de año,  de ciclo,   es adecuado porque nos invita a revisar nuestras vidas,  a cuestionarnos,  a ponernos en examen.  No todos lo hacen,  pero es una oportunidad que está ahí si tú quieres utilizarla.
Puedes plantearte muchos propósitos diferentes y como dije antes es fantástico que tengas objetivos que desees cumplir.  Aun así yo te propongo un objetivo muy grande,  requiere compromiso y un verdadero deseo para hacerlo realidad.  Ese deseo está en todos y cada uno de nosotros pero se mantiene dormido hasta que uno, a veces por necesidad, y otras, por anhelo  de llegar a la verdad,  se pone manos a la obra.
Quizás ante las preguntas que te he planteado antes,  te sientas a gusto con tu reflejo.  Si es así,  olvida estas palabras y sigue la línea que llevas marcada.
Si no ves esa plenitud en todo su esplendor  déjame hacerte otra pregunta.
¿Sientes que el mundo te está esperando y,  de hecho,  te necesita? 
(por favor, párate un instante y observa lo que surge de ti al leer esta pregunta, después si quieres continua leyendo).

Para mí la vida y todos los que formamos parte de ella  te necesitamos a ti porque formas parte del Todo,  eres una gota imprescindible en el inmenso mar. 
Tienes un deseo en lo más profundo de tu corazón que te puede guiar y llevar a lo más alto si tú lo eliges. 
Lo más alto es ser quien realmente eres de verdad,

Lo más alto es vivir con felicidad y plenitud aquí y ahora,

Lo más alto es amarte de verdad,

Lo más alto es amar y aceptar lo que es.

Lo más alto es seguir tu vocación,  ese don que sólo tú  tienes para hacer algo realmente perfecto y maravilloso.

Lo más alto es dejar tu mejor contribución a la humanidad que somos todos.
Todos te necesitamos a ti.
Y tu eres libre para decidir en qué te quieres enfocar,  a qué quieres aspirar en tu vida.
Yo te animo encarecidamente a que seas tú y des al mundo lo mejor de ti.

El juego de la vida no ha terminado aun,  no para ti,

si no lo estás haciendo ya,  todavía estás a tiempo.

Las mejores semillas sembradas con el deseo profundo de tu corazón,  darán los mejores frutos en todas las áreas de tu vida.

Feliz Año 2014 y Feliz Nuevo Comienzo.


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