Es una frase muy típica ¿verdad?, siempre comenzamos el año con muchos propósitos de enmienda que en gran medida nunca se ven realizados.
Parece que cada fin de año y comienzo de uno nuevo, es un cambio, una renovación que podemos utilizar para "empezar de nuevo" para intentarlo otra vez, para cambiar aquellas cosas que no nos gustan o no funcionan.
Pero, ¿qué ocurre al final? ¿por qué se quedan sólo en propósitos?
A lo largo de mi trabajo como psicóloga y mirándome a mi misma como persona, he podido comprobar que en gran medida el error principal radica en que no somos realistas, es decir, no nos proponemos unos objetivos asequibles y objetivos, ajustados a la realidad. Claro que por soñar, no pasa nada, ¿verdad? y que fantasear es sano y muy positivo, pero si no nos sentamos en la mesa a pensar objetivamente lo que deseamos y planificamos cómo conseguirlo, dificilmente podremos alcanzarlo.
El segundo aspecto fundamental, estriba en la constancia y el esfuerzo.
Todos comenzamos con mucha ilusión, motivación proporcional al grado de abandono (jejej), aunque no siempre es así pero si que es cierto que si comenzamos con mucho empeño pero no hemos planificado y clarificado bien los objetivos, la mutilación desaparece en poco tiempo y por ende tiramos la toalla rápidamente.
Desde mi punto de vista, las personas que vienen a mi consulta o que acuden en mi ayuda, tienen muchos mas recursos de los que ellas mismas creen, sólo ocurre, que a veces nos perdemos en el camino, nos desorientamos y sólo necesitamos que alguien nos ayude a reconducirnos, que nos de el empujón y que nos recuerde aquello que nosotros sabemos que nos funciona sólo que por pereza, falta de tiempo, o por otros motivos hemos dejado de hacerlo.
Luego, mi consejo para este nuevo año es que no os propongáis cambiar toda vuestra vida, si la miráis bien, no está tan mal, segura estoy, sólo proponeros dos o a lo sumo tres objetivos, realistas, asequibles y que dependan de vosotros mismos, porque si os proponeís que vuestro hijo se porte bien o que vuestra pareja os quiera como vosotros deseáis, no es imposible, pero mucho más complicado sin duda.
Tratad de mirar el objetivo final que deseáis conseguir y desarrollar un plan de actuación, como por ejemplo cuando decides ponerte a régimen o cuando tienes que prepararte unas oposiciones.
Hacedlo de manera objetiva y realista, teniendo el cuenta las fiestas, los descansos, los imprevistos y tantas cosas que surgen a lo largo del camino, con pequeños logros y pasos que nos señalan que vamos por el buen camino, y si conseguís, aliaros con un compañero de viaje que tenga el mismo objetivo que ustedes, será genial, pues podrá ayudaros cuando vuestra voluntad o constancia desfallezca.
El secreto, objetivo asequible y realista; buena plantificación paso por paso y constancia.
Suerte y que vuestros objetivos para este año nuevo se hagan realidad, porque recordad que dependen de vosotros, no de la Suerte.
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