miércoles, 22 de octubre de 2008

Ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

Se trata de una reacción emocional que surge ante las situaciones de alarma, situaciones ambiguas, o situaciones de resultado incierto, y nos prepara para actuar ante ellas. En la actualidad, existen diferentes tratamientos de ansiedad con los que el paciente consigue solventar estas situaciones de inestabilidad.

Por lo tanto, la ansiedad nos activa y nos prepara, ya que:

- Se activa nuestro cuerpo, es decir, aumenta nuestra activación fisiológica en general. El corazón late más deprisa, respiramos más rápido, se tensan nuestros músculos…
- Se activa nuestro pensamiento, es decir, pensamos más deprisa.
Percibimos el riesgo, consideramos el peor resultado, aumenta nuestra atención…
- Se activa nuestra conducta, es decir, actuamos de forma más enérgica.
Actuamos con un cierto grado de inquietud, de alarma, de tensión…

Los tratamientos de ansiedad tratan de combatir esa respuesta a una amenaza. Aunque a veces nos preparamos en exceso, ya que la situación para la que nos preparamos no tiene tanto peligro, tanta amenaza como vemos en ella.

Gracias a los tratamientos de ansiedad, tratamos de apaciguar esa reacción provocada por la percepción subjetiva que hacemos de lo que consideramos peligroso para nosotros/as.

Respuestas de ansiedad

La ansiedad se manifiesta en tres niveles de respuesta, los cuales deben ser tratados para que, gracias a los tratamientos de ansiedad, el paciente consiga sentirte bien:

  • A nivel Cognitivo (lo que pensamos)

La ansiedad se experimenta como: preocupación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad, dificultades para tomar decisiones, dificultades para pensar o para concentrarse, percepción de fuertes cambios fisiológicos, sensación de pérdida de control, sentimientos de malestar, pensamientos negativos, temor a que los demás se den cuenta de nuestra ansiedad.
Las técnicas cognitivas, claves en los tratamientos de ansiedad, nos enseñan a observar y modificar nuestros pensamientos de manera que consigamos controlar o manejar nuestra ansiedad.


  • A nivel fisiológico (lo que experimentamos en nuestro cuerpo)


Los tratamientos de ansiedad tratan de frenar determinados cambios corporales que ésta genera: palpitaciones o taquicardia, dificultades respiratorias, sudoración, cambios en la temperatura de las manos o los pies, incremento de la tensión muscular, temblores musculares, sensaciones gástricas, sequedad en la boca, dificultades para tragar, sensaciones de mareo y náuseas.
Las técnicas de relajación más empleadas y efectivas en los tratamientos de ansiedad son la relajación muscular, técnicas respiratorias o sugestión, que disminuyen la activación fisiológica.

  • A nivel motor (lo que hacemos)

La ansiedad se manifiesta en las siguientes conductas, las cuales son paliadas con efectivos tratamientos de ansiedad: inquietud motora (rascarse, morderse las uñas, manipular objetos), exceso de tensión muscular (temblores, paralización, tartamudez), malestar (llanto, miedo, evitación o escape de la situación), sin olvidar un incremento en el consumo de sustancias (comer, beber o fumar en exceso).


Situaciones que generan ansiedad


A continuación describimos algunas de las situaciones más comunes que generan ansiedad a las personas, y para las que los tratamientos de ansiedad especialmente inciden con el objetivo de que la persona pueda llevar una vida tranquila y feliz.

- Situaciones en las que nos sentimos evaluados: Hacer un examen, hablar en público, acceder a un puesto de trabajo…

- Situaciones de amenaza interpersonal o social: Tener una cita, participar en una reunión, integrarse en un grupo…

- Situaciones fóbicas: Los tratamientos de ansiedad ayudan a que viajar en avión, ver sangre, las aglomeraciones, los espacios cerrados o las aguas profundas no suponga ningún problema para cualquier persona.

- Situaciones de la vida cotidiana: Intentar dormirse, trabajar , estudiar, hacer las tareas domésticas…

- Situaciones de peligro físico: Sufrir un accidente de tráfico, estar hospitalizado, tener una enfermedad…

- Situaciones ambiguas o novedosas: En muchas ocasiones, los pacientes recurren a tratamientos de ansiedad motivados por cambios y novedades surgidas en su día a día como un cambio de trabajo, cambiar de lugar de residencia, casarse, tener un hijo…

- Situaciones en las que el individuo percibe su ansiedad como una amenaza: Valorar como una amenaza los propios síntomas de ansiedad, taquicardia, sudoración, ruborizarse, sensación de mareo, náuseas…

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