¿Seguimos juntos o lo dejamos?

A lo largo de la vida en pareja, ocurre en muchas ocasiones que estamos afectados por la rutina, por los malentendidos que no se han arreglado, o marchitados de alguna forma por esa ilusión que teníamos al principio y que ahora no sabemos dónde está. Te invito a hacer un balance de tu relación de pareja que te puede ayudar a tomar una decisión sobre la conveniencia de la continuidad o la separación. Podemos estar pasando por un momento donde después de tanto tiempo de convivencia, de incluso, tantos proyectos hechos y toda una familia y vida organizadas, pues ahora sencillamente no sabemos qué hacer: si continuamos con nuestra relación o la dejamos. Es una decisión difícil que no puede ni debe tomarse a la ligera, pues de ella depende no sólo la pareja, si no en muchas ocasiones otras personas como los hijos, la familia extensa, amistades, relaciones de trabajo, etc. ¿En qué debemos fijarnos para estar seguros de tomar la mejor decisión? Cuestiones tan cotidianas pero importantes para la vida diaria como las relaciones sexuales, las muestras de cariño, el respeto, ciertas costumbres personales, el reparto de las tareas domésticas, la reorganización cuando llegan los hijos, la gestión de la economía familiar, las relaciones con la familia política y un largo etcétera hacen que la balanza se pueda inclinar hacia un lado o hacia el otro, dependiendo, no tanto del numero de razones o motivos que encontremos, sino mas bien, de la importancia que le damos a cada uno de ellos. Si te encuentras en un momento crítico en tu relación de pareja, lo principal que debes hacer es sentarte y hablar con tu compañero/a, tratando siempre de encontrar el momento más adecuado donde podáis conversar tranquilamente y con la intimidad suficiente para poder desahogaros. Es importante siempre, hablar de uno mismo, tratando de explicar cómo te sientes, lo que piensas, lo que te gustaría, pero evitar en todo lo posible, utilizar expresiones como “tu no me prestas atención” por “no siento que me prestes toda la atención que me gustaría”. Sé que resulta difícil y que a veces, el mero hecho de tener un recuerdo de cómo eran las cosas antes y ver cómo han cambiado ahora, nos hace quedarnos estancados, atrapados y nos dificulta mucho la labor de tratar de solventar la situación que tenemos ahora, por esto es importante que recuerdes que la vida no es lineal y que las cosas van cambiando igual que nosotros vamos evolucionando también, hay cosas que pueden volver a ser como antes, por ejemplo podéis volver a enamoraros, recuperar el deseo sexual o tratar de reorganizar cuestiones básicas de la vida diaria, pero también es cierto que hay cosas que puede que no tenga marcha atrás como una infidelidad por ejemplo, lo que no significa que la pareja no pueda sobreponerse a ella y volver a amarse de nuevo, quizás de otra forma, pues supone una conquista nueva pero volver a quererse. Otro aspecto a tener en cuenta es tomar cierta perspectiva de las cosas y para ello es bueno, alejarse un poco, que no tiene por qué ser de manera física yéndose de casa, aunque en muchas ocasiones suele ser así, pero es recomendable tratar de encontrar un espacio intimo y personal donde cada miembro de la pareja pueda valorar de forma independiente ciertos aspectos de la relación, por esto es bueno, no tomar decisiones precipitadas ni provocadas por la ira de una discusión, si no darse tiempo antes de terminar definitivamente, iniciar los trámites de la separación o demás temas que luego pueden verse afectados por una ofuscación momentánea. Puede que te encuentres en un momento crítico, perdido/a sin saber bien qué hacer, pero trata de hablar y comunicarte con tu pareja, toma cierta distancia para aclarar tus ideas y valorar todas las cosas, y si aún así necesitas ayuda para salir de esta crisis, cuenta conmigo.