lunes, 17 de enero de 2011

Que Nadie calle tu Verdad


Desde que escuché esta canción he pensado muchas veces en escribir un artículo a tenor de la letra. Os invito a que escuchéis detenidamente cada palabra de esta preciosa melodía.

La verdad, ¿ qué es la verdad? ¿ cuántas hay ? ¿ una sola ? ¿ muchas ? ¿ la tuya y la mia ?... no quisiera entrar en discusiones teóricas sobre qué es la verdad para centrarme en lo que creo que a la persona de a pie le atañe principalmemte y quizás esto que escribo hoy, al menos, a una le pueda ser útil.

Personalmnete he vivido un proceso en busca de la Verdad durante un tiempo considerable, creyendo que ésta estaba en posesión de alguién que no era yo misma y que de algún modo iba a ayudarme a mi a tenerla también.
Es curioso lo ilusas que somos las personas cuando confiamos más en los demás que en nosotro/as. Aunque creo que es una experiencia que quizas es necesaria y que de algún modo elegimos, consciente o inconscientemente, para aprender a confiar en nosotros y a ser fiel a uno mismo.

Edward Bach, médico y descubridor de la terapia floral de Bach, decía que el conflicto emocional de la persona influía en su estado mental y físico. Dedicó mucho espacio en sus libros para hablar del ego y del yo superior o del ser interior que todos tenemos dentro.
Para él cuando estamos conectados con nosotros mismos y seguimos nuestro propio camino hay equilibrio y armonía que se manifiesta en todos los planos: emocional-mental y físico.
Sin embargo, cuando nos alejamos de nuestro yo interior y empezamos a tener conflicto con nuestro ego - o personalidad creada desde pequeños fruto de la experiencia y la cultura - y nos dejamos llevar por el debo y tengo en lugar del quiero ... comienzan los problemas que tarde o temprano se manifiestan en grandes enfermedades.
Es importante valorar sin duda de dónde viene ese quiero pues no siempre lo que decimos querer o desear viene desde nuestro interior, desde el corazón.
Sin embargo,

¿Cuántas veces has querido hacer algo y al compartirlo con los demás te han quitado las ganas o te han metido dudas o peor aún te han tildado de loco/a?
¿Cuántas veces te han plateado hacer un cambio en tu vida y los que te rodean te lo han impedido?
¿Cuantas veces puedes mirar para atrás y ver que has hecho lo que otros te dijeron que hicieras y no lo que realmente deseabas?
¿Cuántas veces te has preguntado si realmente eres dueño y protagonista de tu vida o más bien te dejas llevar por ella con la ilusión de un destino, de una buena o mala suerte que te lleva?
¿Cuántas veces te has mirado tanto en los ojos de una o varias personas que ya te has olvidado de ti, porque sólo has visto lo que ellos veian de ti?

Podría seguir poniendo ejemplos, quizás alguno de estos te resulte muy familiar, quizás el tuyo propio está ahora mismo en tu cabeza en este momento haciéndose palpable y evidente una vez más.

Para mi es muy importante señalar que desde mi punto de vista todos somos iguales y no hay nadie superior que esté en posesión de algo que tú no tienes aún ni mucho menos que tenga el poder para decidir lo que es mejor para ti, salvo que tú le otorgues ese poder y muchas veces lo hacemos: se lo entregamos a nuestros padres, a nuestras parejas, a nuestros amigos, a nuestro padre-confesor, a nuestro maestro, a un gurú, a los politicos, a la sociedad entera, a la cultura en la que vivimos .... a todos menos a nosotros mismos que en realidad es donde está la Verdad.

Como decia Krishnamurti :

La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros
sin la ayuda de autoridad alguna,
al igual que la vida
está siempre presente en todo instante.

Es cierto que a veces podemos encontrar las repuestas a nuestras preguntas de la mano de personas, desconcidas incluso, de una canción, de una noticia en la tele, de un comentario mientras vas en el autobus, de un libro, etc.
Quizás estos medios físicos sean necesarios pues como instrumentos contribuyen a que las respuestas lleguen a ti de una forma más clara y evidente, pero hay una forma mucho más simple y sencilla, que quizas por ello hemos olvidado y dejado de utilizar: Escuchar nuestro corazón.

Si eres capaz de observarte con atención, de sentirte, notarás si hay algo que resuena dentro tuyo que te indica si vas bien o no, si estás por tu camino, si eso es verdad para ti.

Quizás tienes ahora mismo algún recuerdo de haber escuchado a tu corazón y sin embargo, haber comprobado despues que no era tan bueno como esperabas, te esté asomando en este momento. Nuevamente la duda puede que asalte, pero para mi, lo bueno y lo malo es muy relativo. Quizás esa experiencia ha sido adecuada porque gracias a ella aprendiste cosas importantes y si no la hubieras tenido, hoy y ahora no serias quien eres.

Te invito por un lado a abrir tus horizontes y romper las cadenas que invisibles coartan nuestra libertad de pensamiento y de vida. Seguramente habrás comprobado que cuando tienes un círculo muy reducido o cuando sólo te ves por los ojos de alguien muy cercano como tu pareja, tu madre o alguien muy próximo a ti, tu perspectiva de ti mismo/a cambia y llegas a perderte, a veces demasiado.
Pero siempre hay tiempo, mientras haya un instante de vida, siempre puedes mirarte para adentro y allí encontrarás las respuestas, alli sentirás quién eres realmente y hallarás la fuerza para seguir adelante pase lo que pase en el exterior.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aun no, que me conozco.
Te aprecio mucho y te sigo, siempre.
Muchos besos.

Luz Navas Torres, Psicóloga y Facilitadora en Crecimiento Personal dijo...

Gracias Pedro,
desde la comprension y el respecto hacia ti, te deseo lo mejor y te recuerdo que puedes contar conmigo si lo necesitas o simplemente te apetece.
Muchos besos.