Que nadie calle tu Verdad, 2ª parte

En el articulo anterior me centré en el exterior, en todo lo que externamente te rodea y puede hacerte dudar de ti mismo/a e influirte hasta el punto de dejar de ser quien eres, de no vivir la vida como tu quieres.

En esta nueva entrada me gustaria centrarme en el interior donde también hay algunos componentes que pueden callar tu Verdad.  Me estoy refiriendo a nuestra mente egóica o nuestro Ego.  A mi me gusta llamarlo, cuando me refiero a mi ego, Lucesita, pues resulta más cariñoso y cercano y además es una forma de aceptar una parte innegable de mi misma que lejos de pretender eliminarla como muchos dicen que es la solución, creo que hay que ser capaz de transcenderla como a una persona más en el exterior, con comprensión, compasión, perdón y Amor.

A fin de cuentas nuestro yo o mente egoica o nuestro ego forma parte de nosotros pues se ha ido gestando desde recién nacidos en cada experiencia de vida, en cada encuentro con personas, en la cultura en la que vivimos,  incluso me atreveria a decir, que en la memoria de la humanidad que arrastramos inconscientemente.

¿Alguna vez te has dado cuenta de que tu mente parece un ser con vida propia que no para de charlar y te has visto observándote como si estuvieras viendo una película?  

Pues bien esa mente que no para es tu Ego y el observador eres en realidad Tú.   

Sin embargo, contínuamente nos identificamos con nuestra mente, con lo que piensa y por lo tanto siente y entonces es ahí donde también desde el interior se calla tu Verdad, porque crees que eres esa Lucia, Pepa, Antonio, Juan ... pero nada más lejos de la realidad.   Esa persona con muchos datos identificativos y una larga historia es la que ha creado minuto a minuto tu preciosa pero a la vez puñetera, permitidme la expresión, mente ogóica.   Por eso siempre te termina ocurriendo lo mismo, por eso parece que cometes los mismos errores, por eso hay personas a las que hace tiempo que no ves y cuando los saludas de nuevo te dicen lo mismo que decian antaño, por eso nos pasan tantas y tantas cosas porque no tiene nada que ver con lo que suceda en el exteior si no con la interpretacion que nosotros hacemos de los hechos y si sólo utilizamos a nuestro ego para interpretar la vida... mal camino llevamos. Porque nuestro ego es un verdadero artista en amargarnos la vida, y a fin de cuentas, forma parte de nosotros.

Nuestra mente egóica es buena para muchas cosas, recuerda muy bien datos archivados en nuestra memoria, claro que tambien muy selectivamente, es capaz de planificar en el futuro a las mil maravillas, aprende muchos conocimientos, ... venimos con ella no por casualidad si no para experimentar el recordar.

Recordar quienes somos verdaderamente y con quién nos identificamos cuando nos referimos a Yo Soy.

Ayer hablaba de cuando las personas externas nos hacen dudar de nosotros mismos, de cuando confiamos mas en los demas, de cuando entregamos de alguna forma nuestra identidad a los que nos rodean y olvidamos quienes somos.... pero es que a nivel interno tambien hay algunas personas que nos hablan y si te confundes con ellas y te crees todo lo que te dicen, entonces te olvidas de quien eres y de donde estás.

Estamos llenos de creencias que ni siquiera hemos elegido, sólo las hemos asumido porque están por todas partes transmitiendose de unos a otros y las asumimos como verdades absolutas e incuestionables, sin pensar que en realidad nos estamos poniendo límites invisibles pero reales, vivimos vagando en el pasado y el futuro, preocupándonos, deseando tener lo que no tenemos, ser como todavia hoy no somos, recordando cosas que pasaron hace años y aun siguen vivas en nosotros atormentándonos y condicionando nuestro presente... tantas y tantas cosas que están dentro de ti y no fuera y que dependen de ti y de nada ni nadie mas y que aunque forma parte de ti,  en realidad ese o esa persona no eres Tu.

Tu eres el observador que puede comtemplar cómo la película ( tu mente ), aunque sea por un instante se para y llega la calma, la quietud, el silencio y como bien dice el título de un libro de Eckhart Tolle, "El Silencio Habla" ,  en esa tranquilidad interior sientes quién eres de verdad,  experimentas la alegria de estar vivo/a en ese instante.

Por favor,  no dejes que tu falso yo calle tu Verdad.

Para acompañar, incluyo hoy esta canción "La Fuerza de la Vida" de Paolo Vallesi,  que a mi personalmente me encanta, y creo que transmite la percepción de esa esencia de vida, esa chispa divina que todos tenemos dentro y que cuando nos entregamos a la vida de verdad  nos mueve y nos lleva entre algodones.