CUARTA CLAVE
TODO ES PERFECTO Y
BENEFICIOSO
Todavía recuerdo
el momento en que leí estas palabras del libro Amar lo que es de Byron Katie, de repente,
podría decir que todo encajó de tal forma que dejé de luchar contra lo
que había vivido y lo que estaba viviendo a nivel personal en ese tiempo.
Cito casi
textualmente: “ Lo que piensas que no debería
o sí debería haber pasado es sólo un pensamiento tuyo que nada tiene que ver
con lo que está sucediendo.
Si que debería porque de hecho, así sucedió.
Cuando discutes con la realidad
pierdes el 100% de las veces y, además,
sufres ”.
Durante mucho tiempo
me enfoqué en verle lo positivo a toda situación y repetía con frecuencia “Esto es bueno”. Pero desde ese momento, comprendí que bien o mal es algo subjetivo y
condicionado por los ojos de quien miran.
El sufrimiento que
estaba viviendo en aquella etapa de mi vida se transformó en una profunda paz y
comprensión de algo tan sencillo como que TODO ES PERFECTO SIEMPRE y si de
todas las posibilidades que pueden darse,
la vida permite esa y no otras,
es porque esa precisamente es la perfecta y, además, existe para mi
beneficio.
Entonces de alguna
forma fui dejando de moverme en la dualidad bien-mal , me
gusta-disgusta, es correcto-incorrecto … para transcenderla ( al menos
comenzar a ello).
Desde mi punto de vista,
vivimos en una dualidad que nos tiene atrapados sin enterarnos en
realidad de qué va la película ( Como a
mi me gusta decirlo ).
Cuando comprendes que las cosas no son como tú crees que
son, sino sólo como tú las piensas. Que lo que llamas realidad es sólo la
proyección de tus pensamientos … vas cayendo en la cuenta de que lo real y
verdadero está oculto en la apariencia, es decir, ante los juicios de nuestra
mente.
Juicios erróneos que nos llevan a interpretar
disfuncionalmente la realidad y sufrir sus consecuencias.
El único error
que existe está en tu pensamiento, es decir,
en tu interpretación de los hechos.
Por eso mismo, un buen paso para evitar gastar energía
absurdamente y poder emplearla en tener una vida verdaderamente extraordinaria,
es asumir que
TODO ES PERFECTO, TODO Y SIN EXCEPCIÓN.
Sencillamente perfecto, sin otros matices duales como bien
o mal.
Además hay que añadirle esto: BENEFICIOSO.
Para ti, para mi,
para los implicados, para todos.
Ya sé que asumir que determinados hechos dolorosos sean beneficiosos,
cuesta mucho, pero desde mi punto de vista, así es.
Por una sencilla razón, porque así ha sucedido.
Lo repito de nuevo ya que me fue útil a mi y lo ha sido
con muchas personas con las que en consulta he hablado.
Si de todas las opciones posibles, la vida ha permitido
que se manifestara ésa y no otra, es porque es la perfecta y contiene un
beneficio para mí. Llámese oportunidad, riqueza, regalo, etc.
Quizás esta pequeña historia que escuché hace tiempo
titulaba “El viejo y sus caballos” te pueda resultar útil.
BUENA
O MALA SUERTE, ¿QUIÉN LO SABE?
Cuenta una
antigua fábula china que un hombre mayor tenía dos amores: su hijo y sus
caballos de pura sangre. Una noche un
criado se dejo la puerta del establo abierta y el mejor caballo del hombre se
escapó. Era una gran perdida para él, y todos los vecinos de la aldea vinieron
a darle consuelo y lamentar su mala suerte. Pero el hombre no estaba afectado y
les dijo: “buena suerte o mala suerte, ¿quién sabe?”.
Una semana
más tarde el pura sangre volvió acompañado de una yegua y de otros caballos de
mucho valor. Los vecinos fueron a visitar al viejo y le felicitaron por su
buena suerte. De nuevo, el hombre no mostraba signos de una gran alegría, y
repitió: “buena suerte o mala suerte, ¿quién sabe?”. Los vecinos se extrañaban
de su comportamiento.
El hombre
decidió aprovechar la llegada de los caballos salvajes y se dispuso a
adiestrarlos con la ayuda de su hijo. Pero uno de los caballos era muy rebelde
y al intentar domarle, su hijo cayó y se fracturó una pierna. Cuando vino el
médico aseguró que siempre se quedaría cojo. Los vecinos otra vez se acercaron
para darle consuelo al viejo, pero nuevamente repitió: “buena suerte o mala
suerte, ¿quién sabe?”. Esta vez los vecinos ya le tomaron por loco.
Pasaron un
par de años y estalló una guerra. Los soldados del rey vinieron al pueblo y
obligaron a todos los hombres jóvenes válidos a enlistarse para ir a combatir
un lejano y peligroso enemigo. El hijo del viejo se salvó por cojo, y los
vecinos volvieron a sorprenderse de la suerte del viejo.
Pero ya sabéis lo que dijo el hombre ¿verdad?
Por último, déjame
contarte una cosa más:
Me encanta decir una expresión que en muchos momentos ha
descolocado y hasta cabreado a muchas personas pero ha surtido bastante efecto.
“ Esto,
tiene su encanto ”
Considero que cada momento es único y que sin duda tiene
su encanto, es decir, riqueza ( a veces más visible y otras más
oculta ). Sólo hay que elegir verlo.