domingo, 19 de octubre de 2014

NO PUEDO, YA YA

Nunca he sido una persona muy dada a recurrir a los "no puedo", sin embargo, he hecho uso de ellos en muchos momentos y puede que todavía hoy alguno se me escape.
Cuando yo me he escuchado a mi misma a veces para "autoconvencerme" y otras en voz alta diciéndoselo a alguien, expresiones como No Puedo porque: no tengo dinero, no tengo tiempo, no me viene bien la hora, no tengo con quien dejar a los niños, bla, bla, bla. Pues en ese momento si puedo, o lo más inmediato posible, a solas conmigo misma y mi querida Lucesita le digo hablando en voz alta:
"Cariño, Lucesita de mi vida, ahora que estamos solas tu y yo, no necesitas fingir ni vender excusas, ¿no puedes o no quieres?" Y vamos si sale mi niña caprichosa diciendo cláramente que no le da la gana, vamos que no le sale del ....
Perfecto !! Reconocerlo es fundamental.
Después, si realmente quiero eso, si estoy dispuesta a pagar el precio, porque eso es lo que sucede en el fondo, que no queremos pagar el precio de las cosas y nos excusamos con variadas justificaciones, entonces con mucha amabilidad le indico a mi querida Lucesita que yo elijo hacer eso, y si o sí, vamos a hacerlo juntas y a dejarnos de dar vueltas.

Yo suelo escuchar muy a menudo, a muchas personas innumerables No Puedo. Mi lectura es clara: No quiere, no le interesa eso, no está dispuesta a pagar el precio, no está determinada de verdad, desde luego, no en este momento, quizás en otro sí.

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