Hace unos días una buena amiga me sugirió investigar más sobre el
estilo regueton, muy de moda entre los jóvenes y cómo esto podría estar
influyendo en la actitud "machista".
Bueno pues por solicitud expresa, me animo a compartir mi opinión al respecto.
Creo si escuchamos las letras de muchísimas canciones de muchos estilos, mejor dicho, si las escucháramos no las pondríamos nunca más.
El problema, por decirlo de alguna manera, es que NO ESCUCHAMOS.
Hace tiempo iba a clases de zumba, la profe estupenda y las coreografías buenísimas pero a menudo le preguntaba "¿tu escuchas la letra de las canciones que nos haces bailar?" Solía decirme que no, que le gustaba el ritmo y no más.
Un día le dije que me estaba viendo en la tesitura de elegir entre quitarme toxinas de mi cuerpo sudando haciendo zumba o tener luego que meditar un buen rato para quitarme la porquería que se tragaba mi inconsciente mientras yo distraida bailaba.
Las canciones son una forma muy sútil de influir en nuestra forma de pensar, ser, vivir, actuar, sentir, .... y podemos utilizarlas para dar lo mejor de nosotros mismos o para lo peor. Es nuestra elección.
¿Que sucede ? QUE NO ESCUCHAMOS.
Desde mi punto de vista no nos interesa, no estamos decididos a tomar consciencia ni asumir nuestra responsabilidad.
Todos alimentamos el drama, la mentira, y tantas falsas historias a través de muchos medios y uno de ellos es la música.
Escucho letras de tango, de bachata, de regueton, .... que alimentan la ira, el miedo, el rencor, la pena, el sufrimiento, el deseo, la venganza, la ilusión de que no puedes vivir sin alguien, de que eres alguien cuando te aman y tienes a una persona especial, ... escucho tantas mentiras que sinceramente no creo que el camino sea crear campañas contra algún estilo en concreto, ni regueton ni ninguno otro.
Ya hay un supuesto grupo de élite que cree saber lo que es mejor para el resto del mundo como para nosotros hacer lo mismo.
¿Qué hacer? Invitar a la persona a escuchar, a que preste atención, a que tome consciencia de que esas letras aunque crea que no significan nada, van a su inconsciente y éste de tanto escucharlas se lo cree y lo reproduce. El inconsciente no tiene sentido del humor y se traga todo lo que recibe.
Invitar a la persona a hacer uso de derecho y su poder para ser selectiva y elegir lo que de verdad le ayuda a ser verdaderamente feliz y lo que no.
Yo no puedo cambiar a nadie, mucho menos al mundo, sólo puedo hacerme cargo de mi misma, No puedo controlar todo lo que escuchan o ven mis hijos, aunque quisiera, sólo puedo invitarles a que sean selectivos y comprendan cómo esa canción tan pegadiza y de moda tiene un mensaje altamente nocivo.
En mi actitud selectiva hay muchas cosas que no veo en la tele, muchas canciones que no escucho, muchas personas con las que no me relaciono, muchos temas de los que no hablo, muchos lugares a los que no voy y muchas cosas que no hago.
¿Por qué? Porque mi mente es como un jardín y yo soy la responsable de elegir lo que siembro en él.
Bueno pues por solicitud expresa, me animo a compartir mi opinión al respecto.
Creo si escuchamos las letras de muchísimas canciones de muchos estilos, mejor dicho, si las escucháramos no las pondríamos nunca más.
El problema, por decirlo de alguna manera, es que NO ESCUCHAMOS.
Hace tiempo iba a clases de zumba, la profe estupenda y las coreografías buenísimas pero a menudo le preguntaba "¿tu escuchas la letra de las canciones que nos haces bailar?" Solía decirme que no, que le gustaba el ritmo y no más.
Un día le dije que me estaba viendo en la tesitura de elegir entre quitarme toxinas de mi cuerpo sudando haciendo zumba o tener luego que meditar un buen rato para quitarme la porquería que se tragaba mi inconsciente mientras yo distraida bailaba.
Las canciones son una forma muy sútil de influir en nuestra forma de pensar, ser, vivir, actuar, sentir, .... y podemos utilizarlas para dar lo mejor de nosotros mismos o para lo peor. Es nuestra elección.
¿Que sucede ? QUE NO ESCUCHAMOS.
Desde mi punto de vista no nos interesa, no estamos decididos a tomar consciencia ni asumir nuestra responsabilidad.
Todos alimentamos el drama, la mentira, y tantas falsas historias a través de muchos medios y uno de ellos es la música.
Escucho letras de tango, de bachata, de regueton, .... que alimentan la ira, el miedo, el rencor, la pena, el sufrimiento, el deseo, la venganza, la ilusión de que no puedes vivir sin alguien, de que eres alguien cuando te aman y tienes a una persona especial, ... escucho tantas mentiras que sinceramente no creo que el camino sea crear campañas contra algún estilo en concreto, ni regueton ni ninguno otro.
Ya hay un supuesto grupo de élite que cree saber lo que es mejor para el resto del mundo como para nosotros hacer lo mismo.
¿Qué hacer? Invitar a la persona a escuchar, a que preste atención, a que tome consciencia de que esas letras aunque crea que no significan nada, van a su inconsciente y éste de tanto escucharlas se lo cree y lo reproduce. El inconsciente no tiene sentido del humor y se traga todo lo que recibe.
Invitar a la persona a hacer uso de derecho y su poder para ser selectiva y elegir lo que de verdad le ayuda a ser verdaderamente feliz y lo que no.
Yo no puedo cambiar a nadie, mucho menos al mundo, sólo puedo hacerme cargo de mi misma, No puedo controlar todo lo que escuchan o ven mis hijos, aunque quisiera, sólo puedo invitarles a que sean selectivos y comprendan cómo esa canción tan pegadiza y de moda tiene un mensaje altamente nocivo.
En mi actitud selectiva hay muchas cosas que no veo en la tele, muchas canciones que no escucho, muchas personas con las que no me relaciono, muchos temas de los que no hablo, muchos lugares a los que no voy y muchas cosas que no hago.
¿Por qué? Porque mi mente es como un jardín y yo soy la responsable de elegir lo que siembro en él.
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