Hay muchas cosas que "me funcionan" y he comprobado que les resulta útil a muchas personas. Por ejemplo, el "mantra Yo puedo, Yo soy capaz y Yo lo hago" causa efectos muy considerables. El famoso Yo Soy de Sant Germain realmente expectacular, incluso dormirse dicendo Yo soy tal o yo estoy cual ... es un método de autosugestión y cambio impresionante.
Digamos que todo eso funciona y en cierta forma es verdad, pero yo procuro ir quitándome ese YO, es decir, esa autoría personal de todo lo que yo creo que hago, soy, debo, tengo, he conseguido, he superado, .... un largo etc.
Diría que hay un momento en el que te miras al espejo metafórica o literalmente hablando, y te das cuenta de que en realidad tú no eres tú, no desde luego, como crees ser.
Yo no hago en el fondo nada, no consigo nada, no logro ni fracaso, no deseo ni necesito, .... nada de lo que habitualmente utilizamos en infinidad de verbos.
Cuando te das cuenta de que no eres el HACEDOR DE TU VIDA, como crees serlo, siempre resulta un duro golpe para el ego, quien contínuamente busca "autoría personal e identificación " pero no deja de ser liberador.
Con esto no hablo de una falsa modestia y humildad ni mucho menos en una irresponsabilidad donde todo cabe porque "yo no he sido".
Hablo más bien de tomar consciencia de que no somos quienes creemos que somos ni como creemos serlo, pues vivimos muy identificados con un falso YO.
Ese falso yo necesita la autoría personal para existir.
Una forma en la que trabajo conmigo misma para ir produciendo la "desidentificación y méritos propios" es en la forma de hablar.
Yo respiro quizás no es la expresión más adecuada, pues en el fondo, Estoy siendo respirada.
Yo hago, puede que tampoco sea cierto, quizás, la vida hace a través de mi.
Yo amo, ??? más adecuado, el amor se expresa a través de mi.
Procuro recordarme que yo no soy quien creo ser, ni nada de lo que creo ser.
Como decía Buda " Los acontecimientos suceden, los actos se realizan, pero nunca hay ningún hacedor personal ".
Digamos que todo eso funciona y en cierta forma es verdad, pero yo procuro ir quitándome ese YO, es decir, esa autoría personal de todo lo que yo creo que hago, soy, debo, tengo, he conseguido, he superado, .... un largo etc.
Diría que hay un momento en el que te miras al espejo metafórica o literalmente hablando, y te das cuenta de que en realidad tú no eres tú, no desde luego, como crees ser.
Yo no hago en el fondo nada, no consigo nada, no logro ni fracaso, no deseo ni necesito, .... nada de lo que habitualmente utilizamos en infinidad de verbos.
Cuando te das cuenta de que no eres el HACEDOR DE TU VIDA, como crees serlo, siempre resulta un duro golpe para el ego, quien contínuamente busca "autoría personal e identificación " pero no deja de ser liberador.
Con esto no hablo de una falsa modestia y humildad ni mucho menos en una irresponsabilidad donde todo cabe porque "yo no he sido".
Hablo más bien de tomar consciencia de que no somos quienes creemos que somos ni como creemos serlo, pues vivimos muy identificados con un falso YO.
Ese falso yo necesita la autoría personal para existir.
Una forma en la que trabajo conmigo misma para ir produciendo la "desidentificación y méritos propios" es en la forma de hablar.
Yo respiro quizás no es la expresión más adecuada, pues en el fondo, Estoy siendo respirada.
Yo hago, puede que tampoco sea cierto, quizás, la vida hace a través de mi.
Yo amo, ??? más adecuado, el amor se expresa a través de mi.
Procuro recordarme que yo no soy quien creo ser, ni nada de lo que creo ser.
Como decía Buda " Los acontecimientos suceden, los actos se realizan, pero nunca hay ningún hacedor personal ".
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