Tendemos a "reaccionar" mostrando más interés por algo o alguién que
"supuestamente" tenemos, como si fuera nuestro, cuando vemos que
alguien le "echa el ojo".
Nuestro ego dice: debe ser bueno lo que tengo, si esa persona lo quiere, así que voy a retenerlo, defenderlo, poseerlo aún mas, marcar el territorio .... y entonces le prestamos más atención. Claro que sólo por un tiempo.
Es curioso como a esta reacción del Miedo, que encubre un gran egoismo, le llamamos Amor, porque esos "celos" son muestra de que la persona ama ... nada más lejos de la realidad. Busca satisfacerse a sí misma, no confundamos. Sólo pretende conservar lo que parece que otros desean para decir "mira yo lo tengo y tú no".
Este comportamiento, ya lo vemos incluso en los niños. Quienes están rodeados de juguetes y no les prestan atención, sin embargo, basta con que llegue otro niño y coja uno para que se despierte su interés por ese juguete precisamente.
Lo reclama como suyo y no lo presta. ESTO NO ES AMOR. Es un ego como un castillo de grande que sólo busca tener, acumular, guardar , poseer, ... no valora lo que tiene porque NO PUEDE ya que le es imposible por naturaleza sentirse satisfecho.
Muchas personas se sienten "dolidas" cuando ven que sus parejas no reaccionan al jugar a dar celos o decir que se van a marchar si no les aprecian.
Esperan una reacción que les demuestre que son amadas, y se conforman con esta mera reacción del ego, Un engaño a todas luces.
Cuando el ser que tienen delante les dice algo así como " te amo tal y como eres, deseo que seas feliz, no me perteneces porque no eres algo que se pueda poseer, eres libre para ser y estar donde y con quien quieras y tu decisión será respetada por mi".
Muchas se van ofendidas, sin aprovechar la gran oportunidad que se les brinda.
La de amarse y respetarse más a sí mismas,
Con el ego herido se marchan a otro lugar cambiando una persona por otra, una situación o cosa por otra, sin haber aprendido nada.
Afortunadamente, no todas actúan así, o a veces, después de un segundo intento y llegar al mismo punto, muchos aprenden la lección y comienzan a discernir con claridad lo que es QUERER y lo que es AMAR.
Nuestro ego dice: debe ser bueno lo que tengo, si esa persona lo quiere, así que voy a retenerlo, defenderlo, poseerlo aún mas, marcar el territorio .... y entonces le prestamos más atención. Claro que sólo por un tiempo.
Es curioso como a esta reacción del Miedo, que encubre un gran egoismo, le llamamos Amor, porque esos "celos" son muestra de que la persona ama ... nada más lejos de la realidad. Busca satisfacerse a sí misma, no confundamos. Sólo pretende conservar lo que parece que otros desean para decir "mira yo lo tengo y tú no".
Este comportamiento, ya lo vemos incluso en los niños. Quienes están rodeados de juguetes y no les prestan atención, sin embargo, basta con que llegue otro niño y coja uno para que se despierte su interés por ese juguete precisamente.
Lo reclama como suyo y no lo presta. ESTO NO ES AMOR. Es un ego como un castillo de grande que sólo busca tener, acumular, guardar , poseer, ... no valora lo que tiene porque NO PUEDE ya que le es imposible por naturaleza sentirse satisfecho.
Muchas personas se sienten "dolidas" cuando ven que sus parejas no reaccionan al jugar a dar celos o decir que se van a marchar si no les aprecian.
Esperan una reacción que les demuestre que son amadas, y se conforman con esta mera reacción del ego, Un engaño a todas luces.
Cuando el ser que tienen delante les dice algo así como " te amo tal y como eres, deseo que seas feliz, no me perteneces porque no eres algo que se pueda poseer, eres libre para ser y estar donde y con quien quieras y tu decisión será respetada por mi".
Muchas se van ofendidas, sin aprovechar la gran oportunidad que se les brinda.
La de amarse y respetarse más a sí mismas,
Con el ego herido se marchan a otro lugar cambiando una persona por otra, una situación o cosa por otra, sin haber aprendido nada.
Afortunadamente, no todas actúan así, o a veces, después de un segundo intento y llegar al mismo punto, muchos aprenden la lección y comienzan a discernir con claridad lo que es QUERER y lo que es AMAR.
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